domingo, 24 de diciembre de 2023

Manifiesto para patentizar nuestra preocupación frente a la política económica neoliberal del gobierno de Salomón Jara Cruz, mediante el decreto que aprueba la Ley de Ingreso del Estado de Oaxaca para el ejercicio fiscal 2024.

 



Oaxaca de Flores Magón
Diciembre de 2023
A LOS EJIDOS, COMUNIDADES AGRARIAS E INDIGENAS DEL ESTADO DE OAXACA.
A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y CIVILES A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
AL PUBLICO EN GENERAL.
Los que suscribimos el presente manifiesto, patentizamos nuestra preocupación frente a la política económica neoliberal del gobierno que encabeza el Zapoteca Salomón Jara Cruz, mediante el decreto que aprueba la Ley de Ingreso del Estado de Oaxaca para el ejercicio fiscal 2024.
En primer término, enfatizamos que vulnera la seguridad jurídica de la propiedad social de las comunidades agraria, indígenas y ejidos, y el derecho inalienable consagrado en el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su fracción VII, asimismo contraviene los artículos 4, 5, 6, 13, 14 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, que establecen la libre determinación, la propiedad social de los territorios de los pueblos originarios y que, el gobierno del Estado está obligado a respetar y aplicar plenamente.
Considerando que una ley secundaria no puede afectar los derechos constitucionales y convencionales de las comunidades agrarias y ejidos, entendiendo que en el Estado de Oaxaca existen 16 pueblos indígenas, cuya organización política, social, económica y cultural data de muchos siglos que, en la época de la invasión europea, trastocó gravemente nuestras formas de vida y convivencia con la madre tierra.
La publicación de la Ley de Ingresos del Estado de Oaxaca para el ejercicio 2024, contempla en su inciso B):
“B) Fortalecer los ingresos derivados de la Colaboración Administrativa en materia Fiscal Federal
• Se propone a esa Soberanía la aprobación del Programa Certeza Jurídica de la Seguridad y Bienestar del Patrimonio, que busca incorporar a la propiedad privada los predios ejidal y comunal, beneficiando directamente a los propietarios e indirectamente a los Municipios que ven incrementado su padrón de propiedad inmobiliaria y con esto el impuesto predial que sirve de coeficiente para la distribución de participaciones federales”.
Y en su artículo 25 plantea otorgar estímulos fiscales a los beneficiarios del programa de certeza jurídica de la seguridad y bienestar del patrimonio, incorporando a la propiedad privada los predios ejidales y comunales que han adoptado la certificación de derechos agrario bajo la modalidad de dominio pleno y que, no han regularizado la inscripción en la base catastral y ante el Instituto de la Función Registral.
La parte del decreto que se cuestiona es, una clara muestra de la visión neoliberal, fundada en la política impuesta por Carlos Salina de Gortari mediante la reforma constitucional del 6 de enero de 1992, para la privatización de la propiedad social que detentan las comunidades agrarias indígenas y ejidos, en el Estado de Oaxaca
La pretensión del gobierno de “la primavera oaxaqueña”, de incrementar la base recaudatoria por pago de derechos catastrales y registrales, demuestra claramente el desconocimiento de la realidad de las comunidades agrarias, comunidades indígenas y núcleos ejidales, aun cuando se identifica como un gobierno de “territorios y no de escritorios”, siendo el gobernador de origen zapoteco de la Sierra Juárez, no garantiza que conozca la vida social, económica, política y cultural de los pueblos y comunidades indígenas y agraria, así como los ejidos, visitar a los 570 municipios en el Estado, no significa conocer la realidad y el contexto social de las más de 10 mil comunidades que coexisten en Oaxaca, formas de gobierno y organización ancestral reconocidos en el artículo 2º Constitucional y los artículos 4, 5, 6 del Convenio 169 de la OIT.
El decreto publicado en el periódico oficial del gobierno del Estado, de manera directa socaba la base de la propiedad social máxime, de manera expresa manifiesta su pretensión de incorporar a la propiedad privada los predios ejidal y comunal, que representa la política neoliberal salinista de privatizar la tierra de los ejidos y comunidades. Lo anterior nos lleva a afirmar que el gobierno que se autoidentifica de “izquierda y progresista” representada por un indígena zapoteca, con origen político en organizaciones sociales en el Estado de Oaxaca; ética y moralmente no debe operativizar la política neoliberal impuesta por los gobiernos conservadores del pasado.
Apelamos al origen del gobernador del Estado de Oaxaca, y lo invitamos a rectificar su forma de gobernar a un Estado con población eminentemente indígena y en el marco de una política de gozona, ordene la derogación del artículo 25 de la Ley de Ingresos 2024, así como de su programada que denomina: Certeza Jurídica de la Seguridad y Bienestar del Patrimonio. La razón es muy simple: las comunidades agrarias y los ejidos contamos con la certeza jurídica que nos otorga nuestras carpetas
básicas, debidamente inscritas en el Registro Agrario Nacional. El programa que pretende implementar, en lo absoluto beneficia a los ejidatarios, ejidatarias, comuneras y comuneros, la certeza jurídica es para los inversionistas nacionales y extranjeros que codician los recursos naturales existentes en nuestros territorios, y con ello garantizarles sus jugosos negocios, como sucede con los megaproyectos impuestos en la región del istmo y las concesiones mineras.
Es lamentable que un gobernados de origen zapoteca, desconozca las aportaciones que realizamos los pueblos y comunidades indígenas desde nuestra forma de organización social y que son aportaciones al erario Estatal y Federal, en forma de tequios, faenas, servicios comunitarios, cargos, comités, asambleas, que sus montos en dinero resultan una suma superior a las inversiones que realiza el Estado en nuestras comunidades a través de proyectos sociales y asistencialistas. No obstante, la disposición del cuarto párrafo del artículo 12 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, reconociendo los aportes como una contribución municipal; con su política neoliberal pretenden gravar la propiedad social de los Ejidos y Comunidades agraria e indígenas.
Ante este panorama, planteamos:
Que se evite este crimen en contra de la propiedad social, imponiendo la decisión neoliberal, asesinando a la civilización milenaria de nuestros pueblos y comunidades indígenas agrarias y ejidos, frente a una crisis recaudatoria capitalista.
Enfatizando que, a la brevedad el gobierno del Estado debe enviar al Congreso del Estado el decreto que derogue el artículo 25 de la Ley de Ingresos 2024, así como su programa que denomina: “Certeza Jurídica de la Seguridad y Bienestar del Patrimonio”. No basta con conferencias y declaraciones mediáticas.
Llamamos a los pueblos indígenas, comunidades agrarias, ejidos, organizaciones de la sociedad civil, y al pueblo en general del Estado y del País a movilizarnos hasta la derogación de la política recaudatoria neoliberal que atenta contra nuestra propiedad social. Así como a promover medios de defensa legal ante los tribunales competentes, combatiendo la Ley de Ingresos 2024, en la parte que afecta nuestra forma de organización social y propiedad colectiva.
¡¡¡LA TIERRA NO ES NUESTRA, SOMOS SUS HIJOS E HIJAS Y NUESTRO DEBER ES PROTEGERLA!!!
Ejido Santa Catarina Quiané, Ejido Reyes Mantecón, Ejido Trinidad Zaachila, Ejido La Guadalupe Trinidad Zaachila; Comisariado de Bienes Comunales de Santa María Matamoros, Mixe; Comisariado de Bienes Comunales Santa Cruz Papalutla, Tlacolula, Oaxaca, Comisariado de Bienes Comunales de Santa María Chachoapam; Comisariado de Bienes Comunales de Santa María Alotepec, Mixe, Centro de Estudios de la Región Cuicateca CEREC, Frente no a la Minería por un Futuro de Todas y Todos (integrada por 14 comunidades y ejidos Zapotecas de los Valles Centrales de Oaxaca, Enlace Comunicación y Capacitación A.C., Consejo Civil Mexicano Para La Silvicultura Sostenible Oaxaca; Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos “Gobixha” A.C.; Luna del Sur, A.C.; Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño, A.C., Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, S.C., Aser-Litigio &Abogados; Tequio Jurídico, A.C., Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto A.C., Servicios para una Educación Alternativa A.C. EDUCA, Centro Regional De Derechos Humanos “Bartolomé Carrasco”, A.C., Taller de Lectoescritura Zapoteca “Uken Ke Uken“, Mujeres Siemprevivas, DDSER Oaxaca, Diplomado Internacional de Estudios de las Mujeres, Feminismos y Descolonización, Asamblea de Mujeres Indígenas de Oaxaca AMIO, Red de Mujeres Mixes (REDMMI); Centro de Atención Integral de Mujeres Ayuuk A.C. (CAIMA), Servicios del Pueblo Mixe A.C., Consejo Estatal de Derechos Indígenas y Afromexicano de Oaxaca (CEDIAO), Movimiento Agrario Indígena Zapatista, Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas de Oaxaca; Iniciativa para el desarrollo de la Mujer Oaxaqueña (IDEMO); Centro Profesional Indígena de Asesoría Jurídica, Defensa y Traducción, A.C. (CEPIADET), Colectivo de Mujeres de Ayutla, Defensoras por la Justicia; Agencia de Desarrollo Local La Chinantla, A.C., Red de Mujeres Indígenas Trenzando Saberes; Yunhiz Espacio Alternativo, Centro de Derechos Humanos Tepeyac del Istmo de Tehuantepec, A.C., Centro Universitario Comunal de Ixhuatán; Preparatoria Comunitaria “José Martí” de Ixhuatán; Centro Ecológico Milpa Urbana, Organización de Agricultores Biológicos, A.C., Asamblea Comunitaria de Puente Madera, Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio - APIIDTT, Centro de Derechos Humanos - Espacios para la Defensa y el Florecimiento Comunitario (CDH-ESPADAC).
Suscriptores Solidarios: Eliot Escobar #Elsurresiste, Felipe I. Echenique March, Profesor Investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH; Judith Bautista Pérez, Profra. Eva López Chávez, Porfirio Martínez Díaz, Gema Silvia Pacheco Vásquez (San Matías Chilazoa), Francisco Román Ramos González (comunidad El Porvenir), Dolores Francisca Cruz García (comunidad San Pedro Mártir), Sandra Escobar Colmenares, Hilario Constantino Santiago Santiago, Francisca Santiago (El Porvenir), Mauricio del Villar Zamacona, Pbro. Martín Octavio García Ortiz, Mercedes García Lara, Juan Carlos Julián Morales, Edith Morales, Alexandre Beaupré.

sábado, 28 de octubre de 2023

Autonomía comunitaria.



La milpa, el tequio, el territorio, la asamblea, la fiesta (La Flor Comunal), etc. son elementos fundamentales de la autonomía de las comunidades indígenas de los pueblos de Oaxaca. La colonización europea vino a fracturar esta forma de vida. Y el Estado-Nación mexicano le ha dado continuidad a este sistema. No se trata de vivir en el pasado, sino que el pasado viva en nosotr@s para ello es importante descolonizar nuestras mentes, nuestras lenguas, nuestra organización de vida comunitaria.
Así que surge la pregunta: ¿Quién va a construir la autonomía?
La autonomía comunitaria es una construcción permanente que se construye día con día a través de un gobierno autónomo, una economía solidaria que no explote al ser humano ni a la naturaleza, una organización de base, una educación alternativa analítica y crítica constante, una alimentación autosustentable, una democracia participativa, el cuidado del territorio. La autonomía comunitaria, no es un punto de llegada, es una construcción permanente.
Síntesis del II módulo, del seminario “Movimientos Sociales, Estrategias y Alternativas en la Defensa de los Territorios”, impartido por EDUCA, Oaxaca.
Fotos de: Joaquín Cortéz Díaz, Doctorante en sociología, miembro del CEREC.

jueves, 27 de julio de 2023

-TAMBIÉN LOS PUEBLOS CUICATECOS DECIMOS- SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA

El Centro de Estudios de la Región Cuicateca CEREC, emitimos nuestro pronunciamiento solidario y de respaldo al encuentro llevado a cabo por el Frente No a la Minería por un Futuro de Todas y Todos, Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios, Servicios para una Educación Alternativa A.C. EDUCA, Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca UNOSJO S.C. en el marco del Día Estatal de Rebeldía contra la Minería, en Monte del Toro, Ejutla de Crespo, Oaxaca el pasado 22 de julio de 2023. 

Porque ¡UNIDOS JAMÁS SEREMOS VENCIDOS!

El encuentro llevado a cabo en la referida comunidad, en donde convergieron diversos colectivos, organizaciones, pueblos o comunidades, autoridades agrarias, entre otros, muestra el interés colectivo que tenemos como parte de pueblos originarios con un fin en común, LA DEFENSA DE NUESTROS TERRITORIOS, porque la Tierra se Ama y se Defiende, porque nuestros espacios bioculturales son sagrados, por ello y varios aspectos, seguiremos en estos procesos sociocomunitarios para defender nuestro territorio, ante la constante violencia sistemática del modelo económico en articulación con el Estado Mexicano a través de sus diversos mecanismos de control social.

Nos solidarizamos con las comunidades que estuvieron presentes en el encuentro ante las constantes represiones, hostigamientos, desapariciones forzadas, ejecuciones, delitos fabricados, desarticulación de las relaciones intercomunitarias, entre otros múltiples mecanismos del Estado.

 

Este encuentro nos sigue reafirmando la falta de voluntad del Estado Mexicano para garantizar el derecho a la libre determinación de los pueblos originarios, lejos mantener el compromiso sociocomunitario; el Estado y toda su maquinaria institucional se ha encargado de violar los derechos humanos de los pueblos originarios, ha usado su monopolio de la violencia para reprimirnos y silenciarnos.

El objetivo central del encuentro, consistió en plantear acuerdos de seguimiento de acciones. Es el sabernos que no estamos solos, solas, sí no que, dentro de esta depredación, existe esperanza, la que nos impulsa a resistir ante los proyectos de muerte en diferentes territorios. Sabemos que las leyes no nos protejan; sin embargo, en los procesos de lucha iremos abriendo brechas como dicen los compañeres " no hay que dejarse, la experiencia que tengo es que sí se puede, el cómo: es organizarse. Las mujeres representan una columna vertebral muy fuerte porque han sido” las entronas, las mujeres fueron parte fundamental” también fue importante mencionar la participación de los y las jóvenes dentro de la comunidad ¿Qué acciones proponemos desde nuestras comunidades? ¿Es importante pues compañeros y compañeras escucharnos, darnos fuerza porque si no somos nosotras, nosotros quién? Cómo dijeron los compañeres " Los proyectos de desarrollo que el gobierno supuestamente le llaman desarrollo y en consultas falsas o fabricadas corrompe el tejido social de los pueblos".

En ese sentido, cada una, cada uno tenemos una tarea, como lo mencionan los compañeres" quiero decirles que seamos perseverantes, somos dueños, nadie va a cuidarnos, ni el gobierno". " La asamblea es la fuerza y cada uno, cada una es guardián en su comunidad, la mina se acaba todo y se va".

A pesar de que nos continúan silenciando, seguimos en pie de lucha, seguimos movilizándonos, seguimos porque aún no han podido avasallarnos la memoria… nos sumamos a la consigna de los pueblos paisanos, que con fuerza enuncian en sus procesos de defensa del territorio en contra del extractivismo minero:


¡Ni Oro, Ni Plata!

¡La Minería Mata!

 

FRATERNALMENTE

 

“La solidaridad con los demás es la protección de nosotros mismos”

 

“Nunca más un México sin nosotros”

 

Centro de Estudios de la Región Cuicateca, CEREC.

Porque los cuicatecos decimos no a al minería a cielo abierto II.

Posteado en Voz cuicateca sobre Noviembre 8, 2008 por cac08

“Hay que crear una nueva sociedad, basada en el respeto

humano y no en el culto divino, en la igualdad, y no en

la autoridad; en la fraternidad y no en la explotación.”


Por cientos de años la civilización occidental ha pretendido descalificar cualquier opinión contraria a sus intereses, desde la inquisición hasta la guerra de baja intensidad, la censura ha servido para opacar o acallar la voz de los sin voz, tal como lo han revelado los hermanos del EZLN. Así por cada ocasión que los asuntos torales de la vida nacional se ventilan, los menos escuchados son aquellos cuya voz produce alternativas opuestas a la depredación del capital.
Desde la reforma salinista al artículo 27, pasando por el atraco de la ley de cultura y derechos de los pueblos indios en 2001, hasta la reforma de PEMEX y lo que pueda seguir, en estas circunstancias es indispensable construir argumentos que permitan rebatir al gran capital y demostrar por la vía de los hechos que tenemos la razón.
En una serie de brillantes artículos, Carlos Montemayor desnudó las entrañas de la industria minera contemporánea y sin lugar a dudas puntualizó las condiciones de ilegalidad y rapacería con que las empresas mineras extranjeras, especialmente las canadienses suelen comportarse en el mundo y en especial en nuestro país, así en una opinión tan respetada como la del autor probablemente estas verdades resulten más creíbles, sobre todo para aquellos de los nuestro que desde dentro de las comunidades pretenden saber exactamente lo que es la minería a cielo abierto y los supuestos beneficios que trae a las mismas.
Así mientras que en CANADÁ
“en el año 2001 que durante la demarcación territorial de Delgamuukw, el juez Lamer, cabeza de la Suprema Corte de Justicia de Canadá, reconoció por vez primera que los derechos territoriales de los pueblos nativos son sui generis porque, entre otras cosas, su fuente proviene de un sistema legal aborigen preexistente y porque las poseen comunalmente.
En este caso el juez reconoció que el “especial lazo” entre las comunidades indígenas y su territorio forma parte de la cultura distintiva del grupo aborigen y afirmó que el derecho a usufructuar la tierra está limitado a los usos “que no pongan en riesgo la capacidad del territorio para sostener a las futuras generaciones de los mismos pueblos aborígenes”. En otras palabras, el juez Lamer parece reconocer que un uso que interfiera con el empleo o usufructo tradicional de la tierra podría romper el lazo cultural del que surge el derecho territorial mismo del pueblo aborigen.”

En MÉXICO, las políticas estatales hacia las comunidades indígenas son, por decir lo menos la continuación de una guerra de exterminio que si bien no ha sido declarada, coloca en riesgo a las comunidades, tribus y pueblos originarios desde hace quinientos dieciséis años, prohijando al mismo tiempo que las grandes empresas trasnacionales saqueen y depreden al país, somos tributarios de las mismas y nuestras riquezas se han convertido en nuestra desgracia, son no una oportunidad para el desarrollo sino el pretexto para nuestra destrucción.
El marco es muy simple, primero se apropian de la tierra, mediante engaños o por un robo descarado, en nuestro caso todas nuestras tierras son comunales, sin embargo sin la realización de ninguna asamblea comunitaria, sin ninguna información a los interesados, sin ningún decreto oficial de expropiación, el gobierno federal ha puesto en venta (¿?) 3500 has., mejor aún, cuando los interesados hemos solicitado apoyo de instituciones como el CDI y la misma Comisión de Gestoría y Quejas de la Cámara de Diputados federal, para obtener información oficial se nos ha respondido cínicamente que ésta no está disponible, pero de estar interesados en adquirir la superficie puesta en venta podemos presentar una oferta ante la Dirección General de Minas de la S. E, es decir:
“En todos los casos hay un modus operandi común: la apropiación ilegal de tierras, la complicidad de autoridades federales o estatales, la sobrexplotación y contaminación de recursos acuíferos y el desastre ecológico por el sistema de explotación de tajo a cielo abierto y lixiviación.”
Pero el problema no para ahí, la minería a cielo abierto es especialmente peligrosa. “El sistema que las compañías mineras canadienses aplican en México para la explotación y beneficio de mineral es el conocido como tajo a cielo abierto y lixiviación a montones, prohibido en muchos países por su gran capacidad contaminante.”
La destrucción de dicho sistema es brutal, en el caso de Minera San Xavier que explota el Cerro de San Pedro en San Luis Potosí, utiliza toneladas diarias de explosivos a base de nitrato de amonio, diesel y detonantes para tumbar el cerro en por lo menos 80 mil toneladas; de este material serán aprovechables aproximadamente 32 mil toneladas, que ya trituradas se depositan en un llano tratado con arcilla. Dieciséis toneladas de cianuro de sodio mezcladas con 32 millones de litros de agua por el sistema de aspersión bañarán el material triturado provocando así la separación y precipitación de los metales contenidos. Éste es el proceso conocido como de lixiviación.
Según informa Montemayor, relacionado al proyecto mencionado, las explosiones que ya empezaron a detonar acabarán aproximadamente con un kilómetro de montaña. Luego continuarán hacia el subsuelo para producir un cráter de un kilómetro de diámetro por aproximadamente 250 metros de profundidad. Al cabo de algunos años, en el llano de lixiviación se habrá formado una montaña de material saturado de cianuro de aproximadamente 80 millones de toneladas. Lo más peligroso es que tal montaña de material contaminado se está acumulando a nueve kilómetros de la ciudad capital y muy cercana a otras comunidades. En el ejido Palma de la Cruz quedarán otros 120 millones de toneladas de material con grandes contenidos de sulfuros que no podrían ser lixiviables.
Por cierto, al menos hasta ahora la empresa que realiza los estudios (¿?) en la región, ALMADEN MINERALS LTD, es canadiense.
Esto es solo una pequeña aproximación al problema que podría generar la introducción del proyecto RAQUELITA I en nuestro espacio, vale para nosotros aplicar inversamente el refrán que reza “nadie experimenta en cabeza ajena” y verdaderamente aprovechar las experiencias de otras latitudes para evitar nuestro exterminio.
Este es tan solo un pequeño argumento en contra de la minería, seguiremos esperando los argumentos a favor.
Por lo pronto “Ndusü ni snduchi_nü”, nosotros estamos despiertos.


martes, 27 de junio de 2023

Declaratoria y resolutivos del 3er Congreso de Pueblos Originarios de la Región Cuicateca.





Nosotros pueblos originarios de las naciones Cuicateca, mixteca, mazateca, chinanteca, ixcateca y afromexicana, reunidos en San Pedrito Chicozapotes, Cuicatlán, Oaxaca en el 3er Congreso de Pueblos Originarios de la Región Cuicateca, declaramos: 

 

1. Nunca como ahora, en la historia contemporánea del Estado-nación mexicano, se ha perseguido con afanes etnocidas a nuestros pueblos originarios, aún durante la dictadura porfirista se pretendió guardar las formas.

 

2. Hace seis años durante la celebración de nuestro 2do Congreso de Pueblos Originarios de la Región Cuicateca, a pocos días de la elección federal que encumbró al actual gobierno ya se esbozaba el carácter neoliberal y abiertamente demagógico del aún candidato, sin embargo la euforia que despertaba el entonces candidato, eventualmente, favoreció la cautela, al menos mientras iniciaba el nuevo sexenio. A la distancia resulta claro que fue un error.

 

3. En lo que va del sexenio no solo NO se han cumplido las promesas de campaña, sino que se han renovado en muchos casos de manera más refinada los mecanismos de criminalización, persecución, acoso, exterminio, ocupación territorial, entre otros, acompañados con la militarización y ocupación del territorio por las fuerzas armadas, alentando el sicariato y la paramilitarización en una cada vez más visible alianza con el narcotráfico en sus variadas expresiones.

 

4. La contrainsurgencia, calcada de los manuales de la CIA y del Plan Colombia han llevado a la creación de fuerzas irregulares para garantizar, desde el Estado, las condiciones para la implementación de los megaproyectos, de sur a norte, a lo largo y ancho del país se encuentran muestras, cada vez más claras de la participación de fuerzas irregulares, muchas de ellas evidentemente ligadas a las estructuras de poder, desde el asesinato de Samir Flores hasta la eliminación de Álvaro Arvizu en el Edomex, pasando por la persecución de las madres y familiares buscadoras de desaparecidos el país se encuentra en una guerra no declarada, pero claramente delineable. Somos un país ocupado.

 

5. Detrás de toda la represión enunciada en las líneas anteriores se oculta el declarado carácter neoliberal del régimen actual, como parte de la continuidad del salinismo, no es necesario ahondar demasiado para encontrar los rastros del salinismo como ideología clave del estado del país, Barttlet, Ebrard, entre otros son la herencia del continuismo aderezado con elementos del panismo y por supuesto del priismo como Monreal y otros caciques del mismo cuño, nada nuevo bajo el sol en la rancia partidocracia mexicana, el objetivo, como siempre, asegurar los privilegios del gran capital, las mineras canadienses, Monsanto, Syngenta, Dupont, Endesa, Bonafont-Danone, Constellation Brands, Coca cola, entre otras muchas más, pueden respirar tranquilas.

 

6. En la militarización del país, tomada de los manuales de ocupación de la CIA-Department of State, salta a la vista en la nueva reconfiguración geopolítica del continente en el que México juega un papel determinante, los grandes megaproyectos Tren maya, corredor transístmico, PIM son la barrera que se impone a las oleadas de migrantes de los territorios ocupados al sur del continente y al mismo tiempo garantizan e aprovisionamiento de recursos y bienes para el mercado estadounidense, drogas incluidas, en la guerra por la hegemonía mundial, los principales financiadores del gran, gran megaproyecto somos los pueblos originarios, el Estado mexicano, más que nunca se abroga el “derecho” de “administrar” el territorio y mediante la imposición basada en las reformas estructurales iniciadas desde el gobierno de Salinas ha reafirmado en cada uno de los movimientos del presente sexenio que se trata de una forma de salinato, neoliberalismo, pues. A falta de argumentos ahí está la Guardia Nacional.

 

7. En este contexto resulta totalmente claro que no hay más ruta que la resistencia, hoy más que nunca los valores y la ética nacida desde la comunalidad y ejercida en nuestra comunidades es quizá la última alternativa de sobrevivencia ante el capitalismo salvaje y la cuarta guerra mundial declarada por la hidra capitalista y los adoradores de Baal, bajo esa premisa nosotros pueblos originarios de las naciones Cuicateca, mixteca, mazateca, chinanteca, ixcateca y afromexicana, reunidos en San Pedrito Chicozapotes, Cuicatlán, Oaxaca en el 3er Congreso de Pueblos Originarios de la Región Cuicateca, planteamos los siguientes resolutivos:

 

I. Reconocer nuestros respectivos territorios alentando en todo momento que dicho reconocimiento involucre a la comunidad, pero sobre todo a las nuevas generaciones las que al mismo tiempo deben reconocer los vínculos entre la vida y el territorio como parte del patrimonio biocultural de nuestros pueblos.

 

II. Impulsar la preservación de las semillas y de las plantas nativas empleadas por generaciones en la alimentación y la medicina tradicional, preservar los sistemas tradicionales de cultivo como elemento fundamental en la recuperación de la soberanía alimentaria como uno de los ejes fundamentales de la alimentación sana y su relación directa con la salud. Al mismo tiempo nos declaramos en franca oposición a los cultivos de transgénicos en nuestra región.

 

III. Recuperar la esencia de la medicina tradicional, el vínculo entre las energías de naturaleza y los seres vivos, las formas espirituales que contribuyen al equilibrio entre los seres vivos y la energía vital, la relación directa entre las formas de vida y el uso de las plantas y ceremonias de sanación como base de un sistema de salud comunal. Lo anterior implica la continuidad de los talleres sobre el uso de las plantas medicinales iniciados luego del 2do Congreso de 2017.

 

IV. El establecimiento de un sistema comunal de educación cuya primera etapa iniciará con la implementación de la Universidad Comunal de los Pueblos Cuicatecos, la base de esta es la vida comunitaria y los mecanismos comunales como modelo epistemológico, se plantea iniciar las actividades en el último tercio del año en curso.

 

V. Estamos convencidos de que todo lo anterior solo es posible desde la comunalidad, por lo que nos comprometemos a reafirmar los valores comunitarios, recuperar las formas de relación comunitaria y defender nuestro derecho a la autonomía, alentaremos la recuperación del sistema de cargos, buscaremos potenciar el carácter autogestivo manifiesto a lo largo de nuestra historia como pueblos, solo el ejercicio de la comunalidad nos permitirá resistir.

 

VI. Exigimos el cese a la persecución de los luchadores sociales, la libertad de los presos políticos y del cese del hostigamiento a los miembros y comunidades adherentes al EZLN.

 

VII. No a la imposición de los megaproyectos, alto a la farsa de la gobernanza y la negociación en los oscurito con la pseudo representación de los pueblos originarios autodenominada Gubernatura Nacional Indígena.

 

VIII. Abajo la farsa de Ley General de Consulta de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, nuestros pueblos no son comparsa.

 

 

FRATERNALMENTE

 

San Pedrito Chicozapotes, Cuicatlán. Oaxaca, junio 18 de 2023

 

Pueblos originarios de las naciones Cuicateca, mixteca, mazateca, chinanteca, ixcateca y afromexicana de la región cuicateca.

 

“Nunca más un México sin nosotros”

“La solidaridad con los demás es la protección de nosotros mismos”

 

Congreso Autónomo de los Pueblos Originarios de la Región Cuicateca

Centro de Estudios de la Región Cuicateca


miércoles, 21 de junio de 2023

Se celebró el Tercer Congreso de Pueblos Originarios de la Región Cuicateca.

nDudud's nguica.

 

Tal como se había planeado desde junio de 2017, los días 17 y 18 del mismo mes, pero seis años después, se convocó a los pueblos, comunidades, ejidos y a la sociedad en general al Tercer Congreso de Pueblos Originarios de la Región Cuicateca, mismo que se llevó a cabo en el ejido-comunidad de San Pedrito Chicozapotes, la comisión organizadora conformada por el Congreso Autónomo de los Pueblos Originarios de la Región Cuicateca y el Centro de Estudios de la Región Cuicateca, CEREC realizó un arduo recorrido por la región visitando más de 50 comunidades, conformando seis equipos de trabajo para la ocasión.

 

Las condiciones de la infraestructura de la región dificultaron en buena medida los recorridos, los cierres parciales de caminos, los horarios restringidos y algunas dificultades menores aportaron una emoción adicional al trabajo que la comisión realizó y pusieron un extra en el ejercicio del compromiso y la convicción del equipo de trabajo. Como siempre afloró lo mejor del equipo y la primera etapa del compromiso se hizo realidad.

 

Algunos elementos más se presentaron en el breve tiempo que medió entre el recorrido y el evento mencionado, especialmente la canícula lo que generó altas temperaturas, aún presentes en los días posteriores, pueden incluirse aquí algunas acciones políticas de los sectores tradicionalmente reacios a reconocer la capacidad y el derecho de los pueblos originarios a pensar y actuar por si mismos en la defensa y reclamo de su derecho a la vida en autonomía, en fin toda una serie de intereses de viejo y nuevo cuño en la región cuicateca, sin embargo los obstáculos no impidieron la realización del encuentro y si permitieron que éste tuviera un carácter más íntimo y que al mismo tiempo profundizó las relaciones entre los asistentes.

 

Resultó de especial importancia la presencia de la Vocera del CNI-CIG María de Jesús Patricio quien además de dirigir un mensaje de aliento y desear éxito a los trabajos reivindicó el derecho de los pueblos originarios de nuestra región a construir sus propios mecanismos de resistencia y sobre todo insistió en el hecho de que a lo largo y ancho del país las luchas de éste tipo se hermanan cada día más sólidamente por lo que invitó a los pueblos cuicatecos a continuar por la ruta de la organización autónoma, en la presentación a petición de los organizadores declaró inaugurados los trabajos del Congreso y se comprometió a seguir de cerca los resultados de los mismos.

 

 

Durante el congreso se abordaron temas que dieron continuidad a los dos congresos anteriores, algo que es un ejercicio histórico ya que nuestros pueblos se han ido acercando cada vez más a partir de la defensa de la autonomía, la identidad y la comunalidad, en ésta ocasión los temas tratados fueron: Territorialidad y cultura, soberanía alimentaria, salud comunal, educación comunal y organización comunitaria, temas centrales en la defensa de la autonomía y del territorio frente a los megaproyectos, los cuales a pesar de que en apariencia se encuentran alejados de nuestra región, de acuerdo a los datos recabados por el Centro de Estudios de la Región Cuicateca, CEREC, durante los último veinte años tienen ya un impacto inmediato, actividades extractivas como la minería se encuentran ya en efecto, Cuyamecalco de Zaragoza es por ejemplo en estos momentos un territorio en el que la extracción de minerales está en curso y es una comunidad sobre la que se han realizado siete concesiones, sigue latente la correspondiente al predio la Raquelita I, en el municipio de San Juan Tepeuxila, mientras que que están en curso al menos cuatro proyectos hidroeléctricos, Atlatlahuca, Santa Ana Cuauhtémoc, Chiquihuitlán y Usila, es decir una parte importante de nuestro territorio regional está ya bajo el asedio de los megaproyectos, los datos de dominio público están a la vista para quienes se interesen en conocerlos.

 

Bajo estos elementos el Congreso discutió algunas alternativas tendientes a organizar una resistencia bajo líneas de acción alternativas, entre otras, iniciar la recuperación de la herbolaria y la medicina tradicional, la potencialización de las formas de vida comunitarias como forma de recuperación de la soberanía alimentaria a través de la recuperación y preservación de las semillas nativas y la creación de la universidad comunal de los pueblos cuicatecos, tareas que sin duda alimentarán la vida futura de los pueblos originarios de la región.

Es importante señalar que aún con las dificultades mencionadas los trabajos se realizaron puntualmente y se refrendó el compromiso de los organizadores y los asistentes para dar continuidad a la búsqueda de nuestra propias soluciones en un marco de autonomía y ejercicio de la comunalidad.

 

viernes, 5 de agosto de 2022

ORIGEN Y CONTENIDOS DE LOS CÓDICES PORFIRIO DÍAZ Y FERNÁNDEZ LEAL: ALGUNOS DATOS NUEVOS Y ANÁLISIS. (Traducción libre del original a cargo del CEREC)

Eva Hunt [1]

 

Los códices Porfirio Díaz y Fernández Leal no han sido satisfactoriamente analizados desde sus contenidos y mucho menos desde sus orígenes. Presentamos nuevos datos relevantes para su historia y para establecer definitivamente su origen y contenido cuicateco, Fueron utilizados en un caso legal en la corte (ca. 1562) relativo a los derechos nobleza y sucesión. Las secciones históricas contienen datos sobre la fundación y conquista de los pueblos cuicatecos. Los toponímicos, escritos en jeroglíficos, en español y en cuicateco, usando el alfabeto latino el territorio cuicateco aun conserva la mayoría de dichos nombres. Los códices abarcan aproximadamente 260 años y se correlacionan con un documento escrito. ¿Dónde?, ¿cómo? y ¿por qué? Los códices fueron creados y mutilados está a discusión y aquí se presenta la evidencia de ello, lo cual corrige los análisis previos.

 

En el año 1944, revisando una publicación del recientemente descubierto Códice Cuicateco Fernández Leal, el gran mesoamericanista R. H. Barlow, afirmó “Los códices pictográficos son objetos de la más grande dignidad: son el registro de como una franja de la humanidad han batallado y medido las estrellas, comido y rezado a los dioses” (R. H. Barlow 1944:384). En la misma revista Barlow acepta cortés, aunque amargamente el hecho de que mucha gente trata a los códices mesoamericanos sin vínculo con la historia o la geografía reales, como si fuesen producto de lunáticos o de habitantes del paraíso” (were products of a "Cloud-Cuckoo-Land with a stop-over in East Shangri-La.)

 

Esto era así para muchos códices, particularmente en los últimos tiempos, ates de la publicación se algunas investigaciones recientes como los de Caso (e.g., 1960) y Smith (1973) o los invaluables trabajos publicados en el Handbook of Middle American Indians volumes on ethnohistory (Wauchope and Cline 1972-1975). Como muchas personas fui atraída por los códices, invertimos muchos años buscando literatura, estudiando y leyendo, nadando entre innumerables páginas conteniendo valiosos análisis, así como cantidades de basura, ante la carencia de guías en nuestra búsqueda, sin referencias para una dirección apropiada. Al mismo tiempo, los códices atrajeron una granada colección de fanáticos, locos, dementes o antropólogos aficionados que consideraban que bastaban unas pocas semanas de entrenamiento bastaban para encontrar respuestas a sus pesquisas.

 

Incluso en el caso de verdaderos académicos se han cometido muchos errores en el análisis de los materiales contenidos en los códices; incluido Seler quien era conocido por usar la pura imaginación cuando carecía de hechos concretos, El códice Fernández Leal revisado por Barlow en 1944 y su contemporáneo el códice Porfirio Díaz sobre el cual desarrollo éste trabajo, en él se relatan historias que testifican un trágico destino de incomprensión, robo, malas interpretaciones, transcripciones erradas, pobre documentación y un análisis ficticio, cuando no ridículo.

 

Éste trabajo es un primer intento por combatir la ciénaga de errores acerca de estos dos pequeños códices, los cuales los cuales raramente han sido estudiados y muy pobremente analizados. Iniciaré la historia a inicios del año 1562, cuando una noble de la comunidad de Tepeucila, llamada (en español) Catarina Salomé, en la provincia novohispana de Cuicatlán, llevó el caso a las cortes españolas para asegurar los derechos de sucesión de su hijo menor, de menos de 20 años, al cacicazgo de su esposo y padre del joven (ver Archivo de Microfilm, 1562). Éste hecho le aseguraría el acceso al tributo que la corona española había asignado a su esposo del cual había sido despojada por una coalición entre un pariente de su línea consanguínea quien retuvo los derechos sobre algunos de los territorios de Tepeucila, y un medio hermano de su esposo muerto, quien a pesar de poseer un “rango de nobleza menor” (probablemente se trataba de un hijo ilegítimo), reclamó los derechos de sucesión al título del cacicazgo.

 

Después de unos cuantos preliminares quedó claro para los escribanos y los jueces de la corte que el caso era bastante complicado. Por un lado, involucraba algunos derechos jurisdiccionales sobre una fuente mayor de irrigación en el territorio de la Ciudad-Estado de Pápalo. En segundo lugar, ambas líneas de nobleza habían tomado diferentes bandos en el conflicto. Tercera, Ambas líneas pertenecían a diferentes grupos étnicos, una era Mazateca, la otra un “linaje real” Cuicateco. En cuarto lugar, la única manera de resolver el conflicto era traer un amplio número de testigos expertos, quienes estuvieran familiarizados con la larga historia del caso y hubieran memorizado su propia historia oral. Una discusión sobre este caso puede encontrarse en uno de mis trabajos previos ((Hunt 1972). Entre los personajes envueltos encontramos algunos ancianos, Caciques (señores) y tequitlatos (administradores) de aldeas de la ciudad-Estado y dos pintores de códices, quienes aparentemente prepararon alrededor de 1545, 2 copias manuscritas separadas de estos documentos pictográficos para probar la historia de la descendencia del linaje de la realeza cuicateca. Con éstas dos copias, el esposo de Doña Catarina Salomé y su padre obtuvieron la tasación original, es decir, el título de derechos tributarios para los nobles reconocido por la corona española.

 

Estos códices, contienen, a decir de los testigos, “historias de las fundaciones de los pueblos, nacimientos, matrimonios de los caciques, muertes, guerras, sucesiones y muchos tópicos más” se mantuvieron en posesión de Doña Catarina, junto al título de tasación, hasta que su contendiente (el medio hermano de su marido), de acuerdo con su dicho los robó y alteró o mutiló en un intento por destruir la evidencia en contra de su bando en el caso en litigio (Archivo de Microfilm, 1562).

 

Doña Catarina y su hijo lograron ganar el caso debido a que lograron el apoyo de todos los mayores, testigos creíbles y respetados, incluidos los nobles de todas las ciudades-Estado circundantes. Los documentos fueron conservados en el archivo público de la capital de Pápalo, hasta que el antropólogo R. Weitlaner los llevo al Museo Nacional en la ciudad de México en 1956. Lo que sucedió con los documentos pictóricos ha quedado en el misterio durante este siglo.

 

Hacia finales del siglo XIX, el Distrito de Cuicatlán, estado de Oaxaca, de la ahora nación independiente tenía un Jefe político cuyo nombre fue Don Benjamín Ladrón de Guevara. Éste noble tuvo orígenes oscuros. Varias personas en Cuicatlán aseguraban que se trataba del hijo ilegítimo de un sacerdote; otros que se trataba de un mixteco aculturado de Cuyamecalco, en el interior del distrito de Cuicatlán. Buen comerciante devino en un hombre rico y fue nombrado Jefe político. Llegó a ser gran amigo de Martínez Gracida, intelectual y político, con quien estableció tratos de negocios en las expropiaciones y en la construcción del ferrocarril Puebla-Oaxaca en tierras cuicatecas (Ver Archivos del Juzgado de Cuicatlán). Auxilió a Martínez Gracida en la escritura de su famoso libro Cuadros Sinópticos de Oaxaca (1883). De igual modo se convirtió en coleccionista de memorabilia cuicateca, incluyendo viejos textos escritos o dibujados. Fue así como creó para él mismo un pasado ficticio en el cual era descendiente de la línea del cacique noble de Quiotepec llamado Monjarás.

 

Resulta irrelevante si Ladrón de Guevara era o no descendiente de caciques. El punto es que en un momento dado poseía (1) Una página del códice de Quiotepec, (2) un abultado listado de casos de sucesión de los siglos XVI y XVII en las cortes españolas, (3) Un testamento y la historia de la familia Monjaras de Quiotepec y (4) Los dos códices, la tira, Fernández Leal y, el biombo, Porfirio Díaz. Los 3 códices que dio como regalo a su amigo Martínez Gracida para que fueran publicados en honor de Porfirio Díaz. Ahora bien, el códice 1 fue publicado posteriormente y denominado Porfirio Díaz; otro, el de Quiotepec, fue nombrado más tarde, Martínez Gracida. Mientras estos dos fueron ubicados en el Museo Nacional, el tercero, el Fernández Leal, desapareció. Fue localizado posteriormente en la bóveda de un banco en la costa oeste de los Estados Unidos, y solo ha sido reproducido una vez desde entonces. La familia Ladrón de Guevara conservó los otros documentos escritos de la colección hasta 1957.

 

Uno de estos contenía cerca de 300 páginas: en las páginas iniciales un bello y colorido árbol genealógico, a la manera europea del linaje del cacique de Quiotepec y Cuicatlán, Doña Guadalupe Guevara, la hija mayor de Ladrón de Guevara permitió al profesor Weitlaner y a mi observar por encima los documentos, pero al año siguiente, cuando intenté copiar algunos de ellos y microfilmarlos con la ayuda de Martínez Marín del Museo Nacional de México, nos negó el acceso a ellos ante el temor de que pudieran ser “expropiados por el gobierno en vez de impuestos.” Cuando volví a campo a inicios de 1960, contacté a la familia nuevamente y descubrí que Doña Lupe aún vivía, pero se había mudado a Mexicali, ninguno de las nuevas generaciones de descendientes sabía dónde habían sido guardados los documentos. Así que ahora seguramente han sido devorados por termitas o vendidas a un coleccionista secreto.

 

Mientras tanto, Los códices Porfirio Díaz y Fernández Leal fueron reproducidos en el último tercio del siglo pasado en litografías facsimilares (Ver Peñafiel 1895; Chavero 1892). (el Porfirio Díaz) retornó al Museo Nacional de México, mientras el otro (El Fernández Leal) fue robado, vendido en los Estado Unidos, y (como mencioné arriba) desapareció hasta su redescubrimiento años después. Hoy se encuentra en el Museo Bancroft de la Biblioteca de la Universidad de California. He sugerido al director y curador algunas previsiones para la protección de los colores del códice, previendo su decoloramiento. El códice se conserva entre capas de acrílico en un patrón horizontal en forma de “S” en una tira con el mismo largo y ancho. El acrílico cuelga del techo con cadenas en la oficina del secretario, en el lobby de la oficina del director, se ha expuesto a la luz natural y fluorescente sin ningún tipo de filtro. La copia se encuentra en pobres condiciones, la piel ha sido cosida y recosida muchas veces con diferentes tipos de algodón (¿ixtle?) e hilo de lino. Más aun, la piel original no estaba bien preparada, está lleno de agujeros naturales. En algún momento del pasado colonial, algunos de ellos fueron cubiertos con papel de manufactura europea, éste fue cosido a la piel. No poseo la habilidad para determinar en cada caso el material usado, además el método de exposición utilizado hace imposible la manipulación de la tira.

 

Ambos códices han sido reproducidos en impresión y litografía, pero su reproducción es muy pobre conforme a los estándares de hoy en día, sobre todo porque algunos textos escritos han sido dejados fuera, los colores son dudosos y los dibujos son también ambiguos. Para cuando fueron pintadas, sin embargo, eran realmente copias fiables y seguramente fueron utilizados por estudiantes en algunos análisis. John Barr Tomkins (1942) publicó una versión fotográfica ilegible del Fernández Leal. En cualquier caso, observando los originales resulta esencial ya que, el Porfirio Díaz, por ejemplo, contiene textos escritos que no aparecen en los facsímiles y la impresión del Fernández Leal contiene solo 15 de las 20 casas ancestrales en la copia de una importante sección.

El Porfirio Díaz contiene 2 secciones diferentes. Una es una sección histórica que está muy cerca (con excepción de detalles menores) paralelo al de Fernández Leal (ver Tablas 1 y 2). La otra sección es, en parte, un ritual incompleto "libro de la cuenta de los días", un texto religioso de cuentas calendáricas, rituales y seres míticos ancestrales o deidades, que nunca fue coloreado. Originalmente era en blanco y negro con algunas líneas rojas aquí y allá. La última vez que lo vi, en 1976, las líneas rojas se habían vuelto prácticamente invisibles, y requería una luz fuerte y una lupa para detectar sus huellas.

En este trabajo no me ocuparé en detalle de la llamada sección religiosa, ya que requiere un tratamiento por separado. Esta sección es en realidad la única que ha sido estudiada en forma seria, aunque no existe un análisis completo, Seler (1963), Beyer (1912), Nicholson (1966) y Nowotny (1961) han comentado adecuadamente algunos de los materiales religiosos contenidos en él.

Las secciones históricas tanto del Porfirio Díaz como del Fernández Leal, sin embargo, son totalmente otro asunto. Ninguno de los dos ha sido debidamente analizado. Chavero (1892), Peñafiel (1895) y Tompkins (1942) todos han realizado comentarios de naturaleza dudosa y bastante ridícula. Villacorta (1934) sigue a Chavero en sus disparates. Chavero y Tompkins, en particular, inventaron historias y nombres de lugares, que luego pegaron sobre las propias ilustraciones, sin ton ni son; colocaron a la gente migrando de Guatemala al norte de México (¡a veces invirtiendo las marcas reales de los pies y los nombres de las ciudades!); Tompkins "vio" los nombres de los lugares

en náhuatl, que malinterpreta y escribe mal; y afirma que el Códice F. Leal, que no tiene lengua escrita, sino sólo glifos pictóricos, pertenecientes al "tronco lingüístico mixteco-zapoteca". También mueve el Cuicateco por todo el mapa de Mesoamérica. Este es un excelente ejemplo de escritura imaginativa bajo la apariencia de erudición.

Tabla 1. Nombres de lugares del Códice de Porfirio Díaz correlativos al Códice Fernández Leal y Otros Documentos.

 

Códice Porfirio Díaz y Códice F. Leal Páginas facsimilares en orden de aparición

Escrito en P. Diaz en Escritura Latina o Escritura Pictóricaa

Ortografía contemporánea adecuadab

Nombre contemporáneo (Ca. 1963-1964). Significado y ubicación geográfica actual más otras notas relevantes

 

C / XI1 R

(páginas A y B no legibles)

 

Ilodoya

Llaniy

Escena de batalla*

 

yúdu yàn (C.)[2]

 

"Llanura del Pueblo" o “Cerro de Pasto” Ubicado en la parte baja del solar del actual municipio de C. Pápalo; desaparecido del F. Leal.

 

D/F. Códice Leal presente original

Págs. ilegibles. XI y XR

tiko Ilallay

llay viylla

7íkùyaái (C) [3]

"Cerro de la Calabaza" o "Llanura de la Calabaza" Tecomaxtlahuaca; cerca del Río Grande en el Distrito de Cuicatlán. Con la ortografía llay viylla aparece en el documento de 1562.

 

Aquí comienza la cara toponímica del F. Leal, numerada X R en las "páginas" del facsímil.

Una casa de agua (F.L.) o una Presa de Agua* (P.D.) debajo de la cual se lee hicochan, y debajo se pintó un río, a través de la página. D. Hicochan parece referirse al río.

 

7ikùchánù (C.) [4]

La palabra significa "Río Ancho”, una corriente alimentadora del Río Grande, probablemente el río de las Vueltas.

E / F. Leal ¿?

¿Brotes Blancos, Colina del Viento ¿?* Colina con Calabazo en la cima*

Tecomatepetl¿?

Otro toponímico ilegible en la pictografía, más

"Colina del Calabazo" de nuevo.

E / XR 

En P. Díaz, con un corte y pictografía parcialmente borrada. En F. Leal aparece completo.

Colina de la serpiente verde lisa *





ndùnùúkùú (C)

kùùndunu         [5]

kùùkwée (C.) [6]

En el documento de 1562 se aparece escrito Kodono y con los nombres españoles Culebra Verde ("Serpiente verde") o Cerro Pelón. Dibujo

completo solo en F. Leal

Códice. Este es un importante pico de la montaña en el sur

sección central del Distrito Cuicateco (ver Mapa, Figura 1).

 

F / X R. IX R

 

Cerro de los colibríes* [7]

 

 

 

 

 

 

 

 

Tierra de brotes de plantas*

 

En F. Leal toponímicos de dos Cerros, uno con Brotes Blancos, uno con Escudo Circular. En P. Diaz, solo una Casa con Gotas de agua debajo*

 

 

 

Tepeucila (N)

 

 

 

 

 

 

 

 

Quiotepec (N)

 

 

¿?

 

 

 

 

 

¿?

 

"Tierra de colinas de colibríes". Hoy Tepeucila [8], cabecera municipal en la sección centro sur del Distrito de Cuicatlán. Una importante ciudad-Estado prehispánica.

 

Quiotepec, un caserío del Municipio de Cuicatlán, ubicado al norte de la misma. (Ver

Figura 1 para ambos).

Entre imágenes debajo de una imagen ilegible de una "Casa del Agua". en F. Leal en P. Díaz el

se invierte la posición.

G / VIII R

Agua que se desborda de una vasija revestida de rojo con la forma de la Boca del Monstruo de la Tierra. * En el Códice Mendocino (págs. 7 y 27), la vasija está simplificada y el agua roja. En el F. Leal también tiene una piedra oscura debajo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Colina con una máscara adjunta*

 

 

 

 

Cerro del pájaro (¿un cuervo?) *

escrito al lado de él las palabras

 

 

 

Atlatlau(h)ca (N.)

"Aguas Corrientes entre Quebradas" (S.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jayacatlán (N

 

 

 

 

 

Tututepetongo o Cacalotepec (N.) de

tototl=ave (o cacalotl=cuervo)

tepetl = cerro y co =

"en el lugar de"

Hay traducciones alternativas. En el Códice Mendocino la glosa dice "Lugar de Agua Roja". La Relación da la traducción literal "Aguas que corren entre lo profundo Quebradas o Gargantas." Esto es

básicamente lo mismo que el significado cuicateco de "Río en un Cañón Estrecho".

Atlatlauca es una ciudad importante en la zona más al sur de la sección oeste del distrito de Cuicatlán.

 

"La tierra de las máscaras". Pueblo ubicado a un costado de Atlatlauca, todavía se llama Jayacatlán.

 

Cualquiera de los dos hoy significa "Colina o

Lugar de los Pájaros" [9] o "Cerro de Cuervos." Ambos son caseríos en

la sección suroeste del Municipio de Cuicatlán, distrito de Cuicatlán, al norte de la vuelta del río Grande.

 

 

juliacava

(sic)

Intraducible

H / VII R

Pictograma ilegible

que parece ser un

boca de cueva monstruosa con

dientes.

Yiku (ku) ninyo

(C.) también Yikùhkwen o

KweYkwen (C.) [10]

En el P. Díaz esto es

ocupado por un agujero en el manuscrito hecho a propósito.

No se puede localizar con la información en actual.

La imagen y las palabras significan "colina alta" o "halcón" o "Colina de las Estrellas". pero el jeroglífico en el P. Díaz muestra un cerro angosto, alto y delgado. En una lectura del 1562

documento se llama, en

español, Cerro Alto, que

también significa "Colina Alta".

Esta montaña se encuentra en el municipio de Santos Reyes Pápalo, y en español es llamado Cerro Delgado.

 

 

I-J

Cerro Armadillo* [11]

junto a una escena de batalla con juego de gladiadores y voladores.

Esta es una imagen histórica descriptiva, no un toponímico.

 

No identificado en mis mapas y no reconocido por los informantes contemporáneos consultados.

 

J / V R

Dolonay escrito encima de víctimas sacrificiales.

 

¿?

Indefinido

K / IV R

Cerro de las Dos Banderas* delante está

escrito conllonee

Piedras Blancas* (5)

(Documento de 1562 también) (ubicado posteriormente en P. Díaz en relación con F. Leal).

 

¿? (sic)

 

Misma ortografía en S. En C, es yà tiàko.

En español también llamado Peña Blanca.

Una pequeña aldea al norte de C. Pápalo, cerca de San Lorenzo Pápalo (Yepaltepec) "Piedras o Rocas Blancas”

 

L / III R

Todñaña

 

Colina con casa humeante* y Arco de Piedra* (en F. Leal

Las piedras son blancas; ver arriba) Una casa grande o

Templo rodeado por 20

casitas* debajo de ella una Casa con Asiento cubierto con piel de jaguar*

Tóò/nyán (C) [12]

"Muralla de fuego" o " barranco de Fuego": una característica del paisaje en C. Pápalo.

Un punto de referencia, pero no una aldea.

Lugar Mítico Ancestral de la población cuicateca, con los 20 ancestros originales

"Ancestro" y"veinte" son

Homófonos en cuicateco, un juego de palabras mítico.

(Nótese que el motivo "casa humeante" y "Jaguar" se fusionan en la F. Leal. "un jaguar humeante en Frente de una casa").

 

M

Cheyia dicoho (¿sic?) escrito en grandes letras de colores.

Al revés, en P. Díaz: debajo aparece una piedra blanca atravesada por líneas onduladas negras* (ver arriba Piedras Blancas).

 

 

 

Traducción Incompleta

"Piezas de …? ..."

No identificado en registros actuales.

 

M / Final de un lado del códice F. Leal, la primera figura aparece la mitad en M y la otra en N.

 

Cerro de la Medialuna y Piernas Humanas*

Arriba se lee chentillo; esto se escribe chentiloone [C.) en el documento de 1562, también Boca de Aire (S.)

 

(Lugar donde tiene lugar una escena de conferencia y sacrificio).

 

Ná Yikù

chéndIyúne

(C.)

Boca de Aire (S.)

Todas estas formas en cuicateco o español significan "Frente de viento" o "Cara de viento" o "Boca de viento" o metafóricamente. "La salida del viento". Un punto de referencia al norte del corregimiento de Concepción Pápalo.

N / XI

Llachoguey

Documento de 1562

Alternativamente:


luo cuey

llanguey

llaocuaoguey

 (Documento de 1562)

escena de conferencia de líderes y sacrificio.

 

Yúdù Kwée (c.)

Llano verde

"Llanura Verde" hito cercano a las nacientes de Temascal y Cangrejo, en las inmediaciones del actual caserío de San Francisco Nogales, al norte de la cabecera municipal de C. Pápalo.

O / I R

Imagen de un pequeño arroyo de agua verde* debajo de él se lee Río Seco. En el documento de 1562 se lee Arroyo Seco. En el Códice P. Díaz, el arroyo desemboca a los pies de un guerrero.

Río Seco

Arroyo Seco (S.)

"El arroyo seco" o "El río seco". Un pequeño arroyo estacional intermitente entre Papalo y Cuicatlán cerca de Quiotepec. Esta imagen y la siguiente están invertidas en los Códices de P. Díaz y F. Leal (¿también llamado Río Sendo?) ¿Pictograma de Tierra Blanca abajo?

¿"Corazón" o "Alma"? Esta es una palabra probablemente fuera de lugar y no es un toponímico sino una referencia al corazón sangrante de la víctima del sacrificio en la escena de la imagen más cercana. (página N. de P. Díaz). Nombres de terrenos cercanos al actual municipio de Tlalixtac (N.), que también quiere decir, como en español. "Tierra Blanca".

 

Falta este tramo en un extremo de la Tira del Códice F. Leal

.

llodoyú

abajo aparece una Serpiente Amarilla* pero el resto del toponímico ha sido recortado.

En el documento de 1562 se escribe lloodo chevu.

Yudu Chevè (C.)

"Llanura de Cheve". Terrenos dentro del barrio más alto de Pápalo, cerca de la

Meseta del Cerro de Cheve, el pico cuicateco más alto. Esta meseta es hoy también llamada Llano Español (S.) = Planicie Española (Ver Figura 1.)

 

Aquí termina la sección extraviada en el F. Leal

naichie

Dihicochi (letras grandes coloridas)

 

Nyia ichía? (C.) [13]

. . . Tierra fría (de...) ...?

El resto intraducible en

mis materiales actuales.

 

Inicio de reverso del F. Leal, correlacionado con página P de P. Díaz

P/ nada en F. Leal.

llagunchigui

(escrito encima de una escena de sacrificio). Debajo hay un hueco recortado donde falta un toponímico en el P. Díaz

¿?

Intraducible de mis materiales. Hay grandes diferencias en las escenas de los dos códices. En el P. Díaz el poste para el juego del "volador" tiene una tarima vacía. En el F. Leal los bailarines van encima de él vestidos de pájaros con máscaras.

Parece que la víctima del sacrificio en el juego de gladiadores de P. Díaz es un hombre y en el F. Leal una mujer indicada por senos redondeados.

 

Q / X, XI                      

higuachia,

(hicoguilla en el documento de 1562)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aquí hay una pictografía ilegible en el P. Díaz, completamente perdida en el Códice F. Leal.

Una mano pintada en medio de un chorro de agua*

 

 

Un campo de tierra. * oscuro con puntos blancos (¿cielo estrellado?)

 

Yingwiyay (C.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Mano Pintada (S.)

(M. Gracida. 1883).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿?

Coyula (N.) o Cuyullapa (N.) "Tierra de las Cerezas Nativas" o "Tierra de aguas que suenan como crótalos". Tenga en cuenta que la palabra para campana o cereza nativa es un homónimo basado en una metáfora en ambos

lenguas cuicateca y náhuatl. Coyula es un caserío de Cuicatlán, ubicado al norte del mismo.

 

"La mano pintada". Nombre del hito en la confluencia del San Lorenzo Yepaltepec) Pápalo y el Rio Grande, entre los antiguos municipios de Pápalo y Cuicatlán, Hoy dentro de las tierras de Cuicatlán.

Desconocido, hoy no identificable.

R / VIII

Gulai. . . (sic)?

Cerro de los Brotes*

En el F. Leal un Río con un Escudo en el medio.

Un Cerro del Murciélago*

Quiotepec [N.)

 

 

¿?

 

 

Zinacantepec

Intraducible, incompleto "Cerro de los Retoños". Quiotepec.

Caserío occidental más septentrional del actual municipio de Cuicatlán ¿?

"Colina de los Murciélagos". Este pueblo fue reubicado y hoy se llama Chiquihuitlán ("Lugar de las Canastas Redondas-Chiquihuites"). Hay un mito contemporáneo que explica el cambio de nombre y reubicación. En el Códice P. Díaz este topónimo está perdido hay un agujero cortado a propósito.

 

S / VI

 

 

¿Un escenario de batalla en tierras No identificadas ¿Quiotepec? Aquí tiene lugar una importante escena de batalla. Parece ser una descripción del paisaje más que el nombre de un lugar.

 

S, T, U / V, IV

Lugar Alto Adosado en la casa de la Serpiente*

 

Pápalo (N.)

Duvóò (C.) [14]

¿?

"Mariposa." Nombre náhuatl del pueblo de Pápalo. En esta posición sólo aparece en la tira del Códice F. Leal. Parece indicar el lugar de origen de los soldados en la escena de batalla anterior. También faltan las presas con la guardia en el P. Díaz. Las páginas de P. Díaz en esta sección están muy dañadas y son ilegibles. La mariposa está dentro de un anillo de tierra y agua.

 

P’ / III

En el P. Díaz hay un corte aquí, pero aún se puede ver un poco del nombre del lugar que sugiere que es Tepeucila ("La Tierra de los Colibríes"). En el F. Leal hay aquí un topónimo que aparece como una nube enroscada. Hay un par de figuras femeninas masculinas aparentemente en la posición sentada estándar que indica una boda o matrimonio. Es posible que la escena se corresponda con la descripción en el documento de 1562 de la alianza matrimonial entre una mujer noble de Tepeucila y un hombre de Pápalo, para crear la paz entre los pueblos luego de una pelea de tierras.

O’

Toda esta sección falta por completo en el Códice F. Leal. Aparentemente se trata de una imagen de los mojones y topónimos de los linderos del caserío de San Lorenzo (Yepaltepec) Pápalo. Este es hoy un caserío del municipio de Pápalo ubicado al norte del mismo, y la "propiedad" o derechos de sucesión sobre las tierras y aguas de este pueblo fue el tema principal del documento de 1562. De las 10 mojoneras, la mitad aparecen enumerados por nombre en el documento de 1562 del caso judicial.

 

N'

Lugar de la mariposa

Pápalo (tepec) [15]

Duvóò

"Cerro de la Mariposa" o simplemente "Mariposa". El Pueblo de C. Pápalo. En este escenario tiene lugar una importante reunión de nobles. El nombre del lugar aparece en una ubicación anterior (p. V) en el F. Leal. En esta posición la mariposa está en lo alto de una colina con una casa.

 

 

M’, L’, K’

Aquí aparece un texto largo en letras de colores, de tamaño muy grande. Aparentemente está escrito en cuicateco, pero aún no he podido traducirlo.

 

 

J’

Comienza la sección religiosa del P. Díaz, en blanco y negro.*

 

 


Tabla 2. Correspondencia-Correlación de Escenas de los Códices de Porfirio Díaz y Fernández Leal.

A

¿?

Ilegible en P. Díaz

B

¿?

 

C

XII Reverso

 Fernández Leal la fecha es 7 venado

 

D

XI Reverso X R

Año 11 viento

 

E

Parte de Reverso X

 

 

F

IX Reverso

Año 12 hierba

 

G

VIII Reverso

 

 

H

VII Reverso

Porfirio Díaz con un corte en esta sección

 

I

VI Reverso

Los nombres de los años no coinciden, uno inicia en 11 venado el otro en 12 movimiento (olin)

 

J

V Reverso

Año 13 movimiento

 

K

IV Reverso

La escena en IV reverso aparece posteriormente en Porfirio Díaz, p.M

 

L

 

IV Reverso y III Reverso

En la copia de Fernández Leal hay 15 casas en lugar de 20 casas marcadas en este lugar, pero el original tiene 20, la última fila algo borrada.

 

M y N

II Reverso

Año 3 Viento; En Fernández Leal Año 5 Hierba, mientras que Porfirio Díaz tiene 12 Movimiento. El Códice de Porfirio Díaz aquí parece como si la fecha hubiera sido escrita por dos manos diferentes y corregida para que pareciera Movimiento

 

O

I Reverso ¿?

En Porfirio Díaz un toponímico fue cortado

 

 

 

P

Sección perdida

Los signos de los días no coinciden—Año 3 venado en Porfirio Díaz

 

Q

X, IX Recto

En Porfirio Diaz la figura desdibujada

 

R

Continúa IX Recto más VIII Recto

 

En Porfirio Díaz un toponímico fue cortado

 

S

VII y VI Recto

La fecha no es visible en Porfirio Díaz, pero en Fernández Leal se anotó el Año 10 movimiento.

 

T, U y V

V Recto

Muy borroso para poder leerlo

 

 

U’

 

Página de la tira vacía

 

T’

S’

IV Recto

Continua IV Recto más III Recto

 

El año en Porfirio Díaz es 6 venado; en el Fernández Leal la fecha es 12 venado y después 10 viento

R’

Los dibujos de Fernández Leal terminan aquí mientras que Porfirio Díaz continua la historia

 

Porfirio Díaz una sección cortada aquí

Q’

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Aquí aparece un extraño toponímico con una bola de espinas y una cabeza de tigre

 

P’

---

Porfirio Díaz tiene un corte en el lugar del nombre de Tepeucila

 

O’

---

Porfirio Díaz tiene un hoyo donde probablemente, por pequeños restos de pájaros, se puede leer el topónimo Cacalotepec o Tututepetongo ("Lugar del Cerro de los Pájaros" o "Cerro del Cuervo") o Tepeucila ("Cerro Tierra de Colibríes")

 

N'

 

M’, N’, K

 

---

 

---

 

 

Página escrita en letra latina, colorida, con texto cuicateco sin traducir

J’

---

Inicia aquí la sección religiosa del códice la cual no tiene paralelo con el códice Fernández Leal. ~

 

  

Figura 1. Áreas aproximadas cubiertas por los mapas coloniales y manuscritos pictóricos del distrito de Cuicatlán

 

El hecho es que los códices de Porfirio Díaz y Fernández Leal se refieren a un período histórico muy corto en un lugar muy pequeño: el distrito de Cuicatlán, un área de unos 30 km de largo (ver Figura 1). Colonial, por criterios estilísticos. El Fernández Leal parece tener un estilo más antiguo y menos "hispanizado". Pero ambos son probablemente copias de un documento prehispánico más antiguo, que desde entonces se ha perdido. El Códice Fernández Leal conserva algo del estilo artístico original en las proporciones y posturas de las figuras, líneas más uniformes, diseños de página equilibrados y otros elementos de la elegancia prehispánica. Sin embargo, también ha sido mutilado por manipulación y costura bruscas y pintura superpuesta con una tinta más oscura. Por ejemplo, en la fecha de 10 pedernal de la página facsímil R, los círculos del número han sido redibujados, mal, en tinta más oscura.

Artísticamente, el Porfirio Díaz es ciertamente un códice pobre. El símbolo del año, por ejemplo, suele estar mal pintado y con líneas superpuestas. Esto fue hecho por alguien mal entrenado en las artes pictóricas, bastante aficionado, probablemente un hombre que había sido sólo un estudiante de calmécac en la época de la conquista. Probablemente estaba copiando de otro documento y omitió o cambió diseños importantes. Es probable que en 1545 se usaran sus habilidades para reproducir el códice original para usarlo en la primera demanda de sucesión de Tasación porque no había otros pintores alrededor. El caso judicial establece que solo había 2 pintores locales del códice vivos en 1562. El estilo de palabras y letras de origen europeo, además, certifica tanto en cuicateco como en español del origen de este documento a fines del siglo XVI.

Tanto Porfirio Díaz como Fernández Leal abordan el tema de una guerra comunitaria por los derechos de agua en un arroyo local Cuicateco que se usa para irrigación. Se libró una batalla por esta agua, mucho antes de la conquista española, entre cuicatecos y mazatecos (Hunt 1972). Los derechos de sucesión posteriores se basaron en el resultado de esta batalla, que otorgó derechos de posesión previos a los cuicatecos frente a los mazatecos y sus gobernantes. En el Códice Fernández Leal, en las primeras secciones de la batalla (que la edición facsímil numera a las páginas VI y VII al reverso), los soldados de cada bando se distinguen por sus peinados. La página siguiente de un sacrificio humano ritual (V-R, ya que la numeración está invertida) también sigue el mismo patrón. Las figuras cuicatecas llevan el pelo recogido en un moño, atado con una cinta. Los otros (¿mazatecos?) usan su cabello en un estilo simple de "paje". En la escena del sacrificio, los sacrificadores y el público parecen ser cuicatecas, con su cabello en mechones, mientras que la víctima usa el otro estilo de cabello (¿mazateca?).

En las demás páginas de batalla (IV, V, VI y VII Anverso) se aplican las mismas distinciones de cabello, pero son los soldados que provienen del pueblo cuicateco de Pápalo quienes llevan el peinado de paje. Por lo tanto, el peinado no es un indicador consistente. Una vez más, otras escenas no distinguen a los actores que luchan por el peinado en absoluto. Esto parece ser otro indicio de que el pintor estaba copiando de otro documento, que tenía convenciones de dibujo que no entendía por completo. Esto reafirma la fecha de mediados a finales del siglo XVI que propongo para los documentos. Esta datación también está respaldada por el estilo de la línea, que tiende a ser cursiva, como la escritura europea, con irregularidad en el grosor de los bordes, como si se dibujara con un penacho europeo. Las armas, la ropa y otros detalles, sin embargo, son puramente nativos en su concepción y ejecución. Las diferencias en el peinado también se encuentran en el Porfirio Díaz, pero aún hay menos consistencia, lo que también indica que este documento es una copia posterior y peor ejecutada.

En todo caso, es obvio por su contenido que los códices fueron diseñados para cubrir el trasfondo histórico de batallas y conquistas de una casa real que provocó el caso de sucesión de Doña Cacica Catarina Salomé en 1562. El documento de su proceso judicial, que es en microfilme en la colección del Instituto Nacional de Antropología, da fe de ello, al afirmar que los códices fueron utilizados junto con las tasaciones como "prueba" de la legitimidad de pretensiones y descendencia. Hay otras varias líneas de evidencia.

En primer lugar, los topónimos mencionados por los testigos, que leen el documento o recuerdan los versos que acompañaron la recitación de su historia, todos se ajustan a los códices de Porfirio Díaz y Fernández Leal, incluidos los pequeños topónimos de accidentes geográficos insignificantes o hitos que aún se conservan. llamados por los mismos nombres por los cuicatecas de hoy (ver Tabla 1).

Segundo, los nobles señores que se nombran en las páginas de los documentos escritos de 1562 también aparecen en las páginas de otros documentos del Archivo General de la Nación de México y las Relaciones de la Nueva España para los pueblos cuicatecos; muchos de estos también aparecen con sus nombres jeroglíficos en el Códice de Porfirio Díaz y Fernández Leal. Hay otros nobles que no se mencionan en las genealogías documentadas escritas en escritura latina, pero que aparecen en los códices (ver Tabla 3). O estos no estaban directamente involucrados en la línea de sucesión, o quizás los testigos del siglo XVI no pudieron traducir o "leer" sus nombres. Los nombres personales aparecen separados de las figuras humanas, ya sea encima o al costado de las cabezas. nombres calendáricos están perdidos. En un caso extraño, el nombre no calendárico "Juego de pelota" aparece con el número 7 indicado por puntos. Esto sugiere que los pintores no entendieron completamente el sistema de nombres precolombino.

 

Tabla 3. Nombres de Personajes en el Códice de Porfirio Díaz y Documentos Relacionados.

 

Descripción del Nombre Pictórico en el Porfirio Díaz

 

Ortografía en otras fuentes escritas

Significado

Notas relacionadas sobre la evidencia

 

 

 

 

1 jaguar vestido

Tecuantecuhtli

Capitán León

Señor de las bestias carnívoras salvajes Señor Capitán león

Fernández Leal; PNE, IV:185; Cacique de Cuicatlán, Ca. 1510

 

2 Escudo (Cruzado)

Chimaltecuhtli            

Señor Escudo (de Chimal= Escudo en náhuatl)

Fernández Leal; Documento de 1562; Señor de Pápalo-Huiztepec. Ca. 1520

 

3 Siete juego de pelota

Cuetlaxtecuhtlia         

(náhuatl) Edificio del Señor del Juego de Pelota de kwe: edificio público piramidal; tlaxtli: juego de pelota; y tecuhtli: señor.

Documento de 1562. Gobernó Cacalotepec y Quiotepec. También en el Códice Fernández Leal.

4 Mano movimiento ondulante.

 

---

---

También en el Códice Fernández Leal.

5 Serpiente

Coatecuhtli

Cuhuantecuhtli

(sic)

Señor Serpiente

¿Señor Serpiente?

¿El mismo que en 1?

Fernández Leal; Documento de 1562; Códice Quiotepec; Gobernante de Quiotepec entre 1485-1511

 

6 Serpiente medio escudo

 

---

---

En el Códice Fernández Leal

7 Escudo humeante

 

---

---

En el Códice Fernández Leal

 

8 Cabeza de Labios Largos y Corona de Sol (¿Cara de Quetzalcóatl?)

 

---

---

(¿Igual que Escudo Media Corona?)

9 Rama (en P. Diaz) Rama Florida Roja (En F. Leal)

Xuchiltlapano

Alias El Roto

Señor Rama de flor rota

Fernández Leal; Documento de 1562; Señor de la Capital de Pápalo.

 

10 Media cara roja

---

---

También en Fernández Leal.

 

11 Atlatlauca

Nombre del pueblo de Atlatlauca

 

Probablemente indica señor de Atlatlauca. También en Fernández Leal

 

12 Pájaro (¿cuervo o loro? Loro más probable)

Nombre del pueblo de Tututepetongo o Cacalotepec (?)

 

Puede representar al señor de Tututepetongo (o Cacalotepec)

 

13 cabeza de cabello blanco

---

---

También en Fernández Leal.

 

14 Escrito en caracteres latinos: Campaña

Caminaa

(Sic) “Palabras en cuicateco”

PNE, IV:95. Gobernante de Tepeucila Ca. momento de la entrada azteca.

 

15 Cuerda retorcida de jade

---

---

También en Fernández Leal.

 

16 (Pedernal) o Piedra (Negra y Roja)

Iztecuhtli

o

Ixtecuhtli

Señor Piedra Obsidiana o Señor Piedra Negra

Fernández Leal; Documento de 1562; también ENP; IV:90. Gobernó varios súbditos de Pápalo antes de la conquista azteca.

 

17 Águila vestida

---

---

También en Fernández Leal.

 

18 Pequeño Animal Marrón

---

---

-¿? No es claro si se refiere a un nombre de persona.

 

19 Escudo media corona

 

---

---

También en Fernández Leal. ¿Mismo que número 8?

 

20 serpiente verde lisa

 

 

[¿Igual que Coatecuhtli arriba? o igual que la cara de Quetzalcóatl debajo del No. 8]

 

21 Dama Sin Nombre de Cabellos Retorcidos y Listones sentada en Casa Color Turquesa, la casa sólo aparece en el F. Leal. En P. Díaz está sentada en un taburete.

 

---

---

Dado que este folio parece indicar un matrimonio que tiene lugar en Tepeucila, la Dama puede ser la propia Doña Catarina Salomé.

22 Serpiente Cabeza de Pájaro con Plumas en la Cola (¿Quetzalcóatl?): (en Fernández Leal es más claro)

 

¿Cara de Quetzalcóatl, igual que arriba, aparece como labios largos y cabeza coronada? o igual que la serpiente lisa verde? Se casa con la Dama del Cabello Retorcido y ListónPosiblemente entonces. Los números 8, 20 y 22 pueden ser sinónimos o nombres personales similares. más claro)

23 Conejo (¿?) Cabeza

 

Señor Conejo

Hay tres hombres diferentes de este nombre:

1. Señor de Quiotepec, Bautizado en Francisco Cortez, Gobernó Ca. 151 1-1523: Códice Quiotepec.

2. Señor de Papalo-Yepaltepec, Recibió Primera Tasación Cuicateca del Gobierno Español. Aparece en Documento de 1562 Bautizado como Don Martín.

3. Hijo de # 2. Bautizado Don Lorenzo. Nacido en 1527, muerto en 1558. Recibió Tasación de los oficiales españoles de Teutila. Esposo de Doña Catarina Salomé, y ¿quizás el mismo que arriba llamado Serpiente Cabeza de Pájaro?

 

24 Estrella roja

Citlaltecuhtli

Señor Estrella

Documento 1562 Señor Ancestral. Ascendente de todos los demás

 

25 Monstruo de la Tierra (Cipactli)

---

---

También en Fernández Leal

Nota: Nótese que de 25 posibles personajes distintos nombrados en la sección histórica solamente del Códice pictórico Porfirio Díaz (y Fernández Leal), nueve han sido definitivamente identificados con idéntico nombre, como gobernantes nobles conocidos, que aparecen en otros documentos manuscritos escritos del periodo, incluidas las Relaciones de Nueva España, la causa judicial de 1562 y el Códice Quiotepec. Para obtener más información sobre estas personas, consulte Eva Hunt (1972), mi monografía de 1972. Traduje erróneamente este nombre como "Señor piel", que corresponde con la ortografía. Pero el pictórico nombrado obviamente usa dispositivos morfémicos para indicar el nombre completo.

Tercero, los documentos escritos decían que los códices contenían una historia de aproximadamente 10 vidas de hombres (de 26 años cada uno) o de 5 "siglos" de 52 años. Esto da una cuenta mesoamericana sagrada de 260 años. En el Códice Porfirio Díaz hay 3 posibles lecturas de las fechas reales. Lo más probable es que dé 263 años. Dos lecturas parecen posibles del facsímil porque la última cifra no está clara, es casi invisible y podría excluirse. Es posible otra lectura del original porque lo que aparece como 1 Viento en el facsímil parece 11 Viento en el original. (Diez puntos que son invisibles en el facsímil aparecen muy tenues en el original). Las 3 lecturas diferentes dan cifras de 263 años, 280 años y 226 años. Los tramos comparativos del Fernández Leal dan sólo 96 años, pero hay que recordar que el Porfirio Díaz cubre un tramo histórico más largo que continúa tras la interrupción del Fernández Leal. Es obvio por la condición del manuscrito de Fernández Leal que falta una pieza final, lo que puede explicar en parte la diferencia en las fechas (Cuadros 4 y 5). Sin embargo, parece más probable que los documentos usen diferentes calendarios o que en uno de ellos se falsificaron las fechas para confundir a los funcionarios judiciales. Ciertamente, en el Códice F. Leal muchas fechas tienen números redibujados superpuestos e incluso los signos están en palimpsesto.

 

Lo que más llama la atención es que la cacica doña Catarina Salomé argumentó ante el tribunal que los códices habían sido desfigurados por su enemigo, para destruir la prueba de los derechos legales de su hijo. Claramente, este ha sido el caso del Porfirio Díaz, que tiene algunos jeroglíficos de la ciudad toscamente cortados, cortados con un instrumento desafilado como un cuchillo. Afortunadamente, conocemos algunos de los pueblos que pertenecieron a los agujeros de las lecturas completas del Códice Fernández Leal, pero esto no es cierto en todos los casos.

 

Tabla 4. Base de Cálculos Calendáricos: El "Siglo" Cuicateco de 52 Años, Usando los Años Viento, Venado, Hierba y Movimiento más 13 numerales.

 

1 Viento

1 Venado

1 Hierba

1 Movimiento

2 Venado

2 Hierba

2 Movimiento

2 Viento

3 Hierba

3 Movimiento

3 Viento

3 Venado

4 Movimiento

4 Viento

4 Venado

4 Hierba

5 Viento

5 Venado

5 Hierba

5 Movimiento

6 Venado

6 Hierba

6 Movimiento

6 Viento

7 Hierba

7 Movimiento

7 Viento

7 Venado

8 Movimiento

8 Viento

8 Venado

8 Hierba

9 Viento

9 Venado

9 Hierba

9 Movimiento

10 Venado

10 Hierba

10 Movimiento

10 Viento

11 Hierba

11 Movimiento

11 Viento

11 Venado

12 Movimiento

12 Viento

12 Venado

12 Hierba

13 Viento

13 Venado

13 Hierba

13 Movimiento

 

La sección del Porfirio Díaz que no aparece en el Fernández Leal trata de la historia más reciente de los linajes nobiliarios y sus guerras. Incluye una imagen de lo que probablemente sean las mojoneras del pueblo sujeto de San Lorenzo Yepaltepec (hoy San Lorenzo Pápalo, un caserío del municipio de Concepción Pápalo), que era el pueblo sujeto por el cual se disputaban los derechos del Cacicazgo en 1562.

Como el lector puede ver en el mapa y las tablas, prácticamente todos los sitios geográficos, pueblos y otros asentamientos mencionados aparecen en el códice. Llegan al sur hasta el pueblo de Jayacatlán, "Tierra de las Máscaras", y al norte hasta el pueblo de Quiotepec, "Cerro de los Retoños", en la confluencia de los ríos Grande y Salado. También incluyen el pueblo de Zinacantepec, "Cerro del Murciélago", hoy conocido con el nombre de Chiquihuitlán, "Tierra de las Canastas Redondas". (Cuicatlán mismo aparece en otros códices, como el Mendocino, pero no en los 2 discutidos aquí). Quiotepec y Zinacantepec estaban habitados por mazatecos y fueron contendientes en el caso judicial de Doña Catarina sobre los derechos de uso de los manantiales de agua de los pueblos sujetos de la ciudad estado cuicateca de Pápalo, específicamente de Yepaltepec (ver Fig. 1; ver también Cline 1961, 1963).

Cuadro 5 Fechas en el Códice de Porfirio Díaz.

Página                                        

 

Fecha

Número de años entre las fechas

D

11 Viento

 

E

12 Hierba

51

I

11 Venado

51

J

13 Movimiento

2

L

3 Viento

29

N

12 Movimiento

35

P

3 Venado

30

S’

6 Venado

16

P’

3 Hierba

49

N’

(7 Movimiento ¿?)

17

Nota: Número total de años, sin marcador de último año dudoso = 263; número total de años con marcador de año dudoso = 280; número total de años leyendo 1 Wind como primera fecha en lugar de 11 Wind = 226.

Nótese que los años de los cuicatecas no son los aztecas estándar = Casa, Conejo, Caña y Pedernal, sino una correlación más antigua que utiliza un día anterior como marcador y da los 4 años como Viento, Venado, Paja torcida y Movimiento. La correlación requiere un "paquete de años" diferente de 52 años, para contar los números y distancias apropiados, pero la ejecución del ciclo del calendario es la misma.

El Códice Fernández Leal da los mismos años, pero fechas diferentes, que son: 7 Venado, en la página XI. 12 Movimiento en la pág. VI, 5 Hierba en la pág. I1 Reverso, 10 Movimiento en la pág. VII y VI, 12 Ciervo en p. IV y 10 Viento en p. 111. El número total de años en el Fernández Leal cubre un lapso de 96 años.

 

Cómo la historia de algunas batallas guerrilleras por los manantiales de agua, la fundación local de pequeños pueblos y los matrimonios de uno de sus gobernantes se convirtió en la historia de poderosas migraciones en toda Mesoamérica, y por qué un período de aproximadamente 260 años en la historia de las provincias locales cuicatecas llegó a ser visto como una saga de todo el período posclásico, solo puede responderse en términos de la fantasía de los estudiosos anteriores. Mi principal y humilde tarea aquí ha sido limpiar parte del desorden que quedó atrás. En trabajos futuros espero producir un análisis más detallado de los materiales etnográficos que contienen las secciones históricas, y también un análisis de la sección religiosa muy valiosa, mucho de la cual se corresponde con las creencias religiosas de los indios cuicatecas actuales. Estos documentos, por muy mal pintados o débiles que sean como piezas artísticas, son fuentes etnohistóricas ricas e invaluables.

El valor etnohistórico de los manuscritos pictóricos de Porfirio Díaz y Fernández Leal es de dos clases. Primero, son materiales únicos que documentan aspectos de la vida de los cuicatecas como un grupo étnico distinto. Por ejemplo, brindan evidencia corroborativa sobre el territorio ocupado por ciudades estado, pueblos y caseríos cuicatecas, en relación con las Relaciones de la Nueva España (como Gallego 1580, Mezquita 1580 y Navarrete 1579) y otros documentos coloniales tempranos. También proporcionan evidencia de que los cuicatecas tenían un conteo del tiempo diferente al mesoamericano convencional. En segundo lugar, los 2 manuscritos sirven para relacionar a los cuicatecos con otras tradiciones culturales mesoamericanas. La mayor evidencia ya analizada y publicada vincula las secciones religiosas o rituales del Códice de Porfirio Díaz con manuscritos pictóricos de la macro área mixteca. Varios autores como Seler (1963), o Nicholson (1966), han mostrado que muchos aspectos del lado ritual blanco y negro de Porfirio Díaz son paralelos a secciones de los códices del "Grupo del Códice Borgia". Nowotny (1961) también ha mostrado que la página J' de Porfirio Díaz tiene una correlación temática paralela con Fonx Mexicain 20 y con una serie de páginas del Codex Vindobonensis, en su lado ritual o religioso. Todos estos autores han sugerido en sus análisis que algunos aspectos importantes de los sistemas religiosos de los mixtecos y cuicatecos, como la iconografía de las principales deidades relacionadas con los conteos calendáricos rituales y los puntos cardinales en el espacio, son equivalentes. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer. En este artículo solo he tratado de colocar la documentación de un pequeño enclave étnico en la perspectiva adecuada.

Agradecimientos. El original de este artículo, en una versión más corta, fue leído en la Reunión Anual de 1976 de la Sociedad Americana de Arqueología en St. Louis, Missouri. Agradezco a la NSF, que a lo largo de los años proporcionó fondos de investigación que me permitieron ver los originales de los Códices de Porfirio Díaz y Fernández Leal. También estoy agradecido con Nancy Troike, quien me invitó a presentar el artículo original en 1976. También tengo una deuda de gratitud con los bibliotecarios de la Biblioteca Bancroft, Berkeley, California, y con los bibliotecarios del Museo Nacional de Antropología de México, quienes hicieron posible mi análisis de los códices. Robert Hunt fue extremadamente útil en las discusiones sobre la evidencia y el problema de presentar el caso en forma inteligible.

Este estudio de caso ha sido reconstruido utilizando varios métodos y técnicas antropológicas combinadas. He localizado pueblos leyendo jeroglíficos del códice y mapas modernos y consultando a informantes cuicatecas contemporáneos, recopilando nombres en transcripciones fonémicas y diccionarios y extrayendo todos los significados probables. La historia de los linajes reales y de los documentos de Guevara se reconstruyó utilizando documentos de archivos nacionales y locales, mediante entrevistas con informantes en Cuicatlán y miembros de la familia Guevara, y mediante el uso de historia oral y materiales mitológicos o semi mitológicos. Particularmente útiles fueron los archivos de la corte local de Cuicatlán. La ubicación de los pueblos contemporáneos existentes que coinciden con los centros de población precolombina fue facilitada por un breve estudio arqueológico. Estoy en deuda con Robert C. Hunt y Pedro Armillas por su ayuda en el estudio del sitio de Cuicatlán y con Robert Hunt por la información de un estudio de Atlatlauca, Teutila y Quiotepec. También agradezco los comentarios expertos del revisor anónimo de American Antiquity, quien notó varios errores, omisiones y ambigüedades en mi borrador original. El mapa fue dibujado por Sarah Kain a partir de un borrador original preparado por mí.


REFERENCIAS CITADAS

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1562 Manuscripts, México, Instituto Nacional de Antropología. Informe Sobre el Pleito de la Cacica Catarina, Salome . . . históricas, Relaciones de Oaxaca Rollo 142, No. 66, Legajo 55.

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1963 Colonial Mazatec Lienzos and Communities, Oaxaca, Mexico. Ms. versions of this manuscript

appeared later in Spanish and English. In Spanish it appeared in Actas, International Congress of

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Códice de Quitepec

Late Sixteenth Century. Original framed on exhibit on the walls of the Codex Room, Mexico, Museo Nacional de Antropologia e Historia.

Códice Fernández Leal

Middle Sixteenth Century. Original on exhibit at the Bancroft Library of the University of California at

Berkelev. See Penafiel, A., 1895.

Códice Porfirio Diaz

Middle Sixteenth Centurv. Original in the Codex Room, Mexico, Museo Nacional de Antropología e

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Contains a History and Description of the Codex by Otto Adelhofer, Codices Selecti No. 5. Akademische Druch-und Verlagsantalt, Graz, Austria.

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1883 "Cuadros sinópticos . . . de Oaxaca." Anexo 50 a la Memoria Administrativa del Congreso de Diciembre de 1883. Imprenta del Estado, Oaxaca, México.

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1580 relación de Atlatlauca y Malinaltepec. In Papeles de la Nueva España, IV:163-176 (1914 Edition of Paso y Troncoso).

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1966 The problem of the provenience of the members of the "Codex Borgia Group": A summary. In Suma Antropologica en Homenaje a Roberto J. Weitlaner, pp. 145-158. Instituto Nacional de Antropologia e Historia, México.

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1972-1975 Guide to ethnohistorical sources. Handbook of Middle American Indians, Vols. 12-15. University of Texas Press, Austin.



[1]     Eva Hunt, Department of Anthropology, Boston University, Boston, MA 02215

[2] (En el original yúdu yàn) – (En nuestra versión) Yúudu Ñáa  Yúudu = llano Ñáa = pueblo. “El llano del pueblo”

[3] (En el original Yíkùyaái) – (En nuestra versión) Yicu Yéeyò

[4] (En el original Yikùchánù) – (En nuestra versión) Yicu cheenu

[5] (En el original ndùnùúkùù) - kùùndunu – (En nuestra versión) Cuu dúunù

[6] (En el original kùùkwée) – (En nuestra versión) Cuu Cué

[7] (En nuestra versión) Yicu Tinduu  Muy posiblemente ahora conocido como “Cerro San Jacinto”

[8] La comunidad actual llamada Tepeuxila en realidad se llama Cuu Cáà en dBaku que puede traducirse como Pareja de Serpientes o más apropiadamente la serpiente dual y se trata de un reasentamiento obligado por los españoles luego de la conquista.

[9] Originalmente Yáàva = Peña/Peñón Yáada = Pájaro; Yáav’Yáada = La Peña o peñón del pájaro, en el caso de Cacalotepec la denominación en dBaku es Yáàva = Peña/Peñón; Inra = cuervo;  Yáav’Inra La Peña o peñón del Cuervo.

[10] Yicu wée = Yic’ wée = río chico/angosto actualmente la comunidad afromexicana de Valerio Trujano

[11] Posiblemente “Cerro amarillo” en los límites de San Juan Tepeuxila y Santa Ma. Pápalo, aún existen vestigios arqueológicos sin trabajar.

[12] Túu Yáà Piedra/Muralla de Fuego

[13](En el original Nyia ichía) – (En nuestra versión) Ñáa ichee = Tierra fría

[14] (En el original Duvóò) – (En nuestra versión) Dunaa = sobre la loma/ En el plano de la loma.

[15] Pápalo (tepec) Se trata de Papalotipac

* Nota: Páginas U'. T' S' y R' del Porfirio Díaz contienen una "página de título" vacía. una escena de batalla, ilegible, que se encuentra en el extremo opuesto de la F. Leal Tira: la pieza aparentemente fue arrancada y separada, y ahora falta del original en la Biblioteca Bancroft de la U.C.B. Falta también en la F. Leal la conferencia de señores sentados en el P. Díaz.

a Cuando se indica con un asterisco, las palabras representan una descripción pictórica iconográfica.

bC = cuicateco, en mi transcripción fonémica: N = náhuatl en ortografía de fuente estándar: S = español en ortografía escrita correcta en español. Nótese que /y/ en español anterior representaba a veces la semivocal y, a veces i [como en inglés seed /sid/] y, a veces, en varios dialectos para Y como en español argentino Kabayo (caballo = horse). También ll se usaba a menudo como la ortografía de y. Cuando en cursiva un nombre aparece tanto en letras como en pictografía en el Códice P. Díaz.

~ Nota: Las letras y los números romanos son de las ediciones facsímiles de los códices y se han conservado para facilitar las comparaciones. El Porfirio Díaz es un manuscrito en biombo, por lo que, en cierto sentido, tiene páginas.

El original de Fernández Leal, sin embargo, es una sola tira del tipo llamado Tira en español. Por lo tanto, solo la copia impresa tiene algo parecido a las páginas.


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